Hay momentos en los que escribir no se hace por gusto, no se habla por placer y no se llora para aliviar. Simplemente todo lo que era ocio se convierte en necesidad. En este momento, no escribo para que alguien me lea, escribo para mí. Hay veces en las que aunque no haya ningún mal aparente, no te sientes bien, te sientes triste y no quieres seguir. A pesar de que los días anteriores han sido geniales, ahora mismo me siento básicamente mal. Es un momento de debilidad. Veo mi inglés sin mejorar, la hipocresía de la gente, mi propia debilidad. Siento que la situación me supera y que todo avanza y yo me quedo atrás. Que no soy tan fuerte. Que no sé lo que quiero. Que no sé lo que pienso. Y que no lo estoy haciendo bien.
Sí, mantengo buenas notas, tengo amigos... ¿y? A pesar de estar trabajando duro en todo, me siento completamente inútil, siento que no lo estoy haciendo bien. Solo siento la necesidad de un abrazo de estación de tren con alguien que de verdad me aprecie, que sepa que a pesar de que saque SIEMPRE una sonrisa y diga que estoy bien, se dé cuenta de lo que pasa. Quiero pensar con claridad, quiero incluso llorar, quiero sentirme bien.
Nos han dicho que era duro, y lo entendí en su momento, pero no pensé que fuera tan duro como lo está siendo para mí. La única solución que se me ocurre para justificar que los anteriores becarios no hayan hecho tanto hincapié en cómo iban a ser estos meses es que los que van a venir van a ser 2000x mejor.
Y esto es lo que siento en un ataque de flaqueza.