Welcome to my new life in the USA!

Este es el blog a través del cual iré contando, semanalmente, mi experiencia en U.S.A. Desde el principio hasta el final.
¡Espero que te sea útil algún día y que puedas sacar provecho de la información!
Have a wonderful day!

Nacho :)

domingo, 25 de agosto de 2013

Lecciones de vida.

Sabes que formas parte de algo cuando cada día que pasa lo vives procurando aprender algo nuevo. Aprender para mejorar. Aprender para entender. Aprender para demostrarte que eres más de lo que piensas, que no todo depende de una primera impresión o que resulta que das más de ti cuando tu único objetivo es intentar. Intentar. Así se puede resumir mi vida hasta ahora. Y los intentos dan sus frutos; yo estoy recolectando ahora mismo. Pero no sólo mis semillas. Durante toda mi vida he pensado que lo más importante de una persona es el esfuerzo que hace, la perseverancia y la ambición, pero tenía en muy alta consideración "la capacidad natural". Mi madre siempre me ha dicho que no importa ser el mejor en el colegio, no importa ser listo, que no es lo mismo que ser inteligente y trabajas duro. La clave de todo es el esfuerzo. Eso me ha dicho ella siempre. Y ahora es cuando lo entiendo. Ahora es cuando entiendo que aquella semana encerrado en el despacho estudiando diera mejores notas que el resto del curso. Ahora es cuando entiendo que sólo si te esfuerzas al máximo consigues lo que realmente quieres, que no siempre es tu objetivo; la mayoría de las veces es tener la sensación de haberte dejado la piel en el intento. 
Yo lo intenté, dije "me voy a presentar al examen, a ver que pasa". Y lo conseguí, no fue suerte, fue esfuerzo. La suerte vino mucho después, o mucho antes, depende. No soy una persona confiada en mí mismo, soy frágil y dependo mucho de la opinión de la gente. Mejor dicho, yo ERA una persona desconfiada de mí mismo, yo ERA frágil y DEPENDÍA de la opinión de la gente. Ahora soy totalmente lo contrario, no inmune, no corazón de piedra. Soy yo. Y yo es también mi familia. Gracias a ese intento, gracias a ese "maloserá", gracias a que (como dice Cris) fui valiente, a que fuimos valientes, soy por fin yo. Aún no soy realmente consciente de lo que la gente dice, que esto es para gente dura. Aún no me considero una persona fuerte, aún no me considero valiente, aún no me considero alguien digno de dar ejemplo a nadie, cosa que ha cambiado. Lo único que puedo asegurar es que no soy el mismo y que la morriña ya no es morriña: es cariño, el cariño que me costó demostrar cuando tuve la oportunidad. En cada bronca, discusión, palabra más alta que la otra e insulto, el cariño se escondía impidiéndome ver lo que realmente eran esos hechos: lecciones de vida. Ahora sé, ahora entiendo (no todo, gracias a Dios). 
Y ahora solo os puedo dar gracias: Ma, Pa, Fran, Enoxo, Javier, Alejandro y Marta. Todos.
Gracias por no haber dudado de mí.
Gracias por no haberme dicho que iba a ser fácil, sólo que merecería la pena.
Gracias por haberme hecho pasar estos 16 años a vuestro lado.
Gracias por demostrarme que el esfuerzo es la clave.
Gracias por apoyarme. 
Gracias por estar al otro lado de la pantalla cuando lo necesito.
Gracias por los consejos, las broncas y por las reuniones de hermanos.
Gracias por las noches viendo estrellas fugaces.
Las chichonadas y las comidas en Currás.
Las Nochebuenas, Navidades, Fin de Año y Reyes.
Los cumpleaños y las comidas de los 8 durante los fines de semana.
Abuela Isabel, gracias por ser quien eres, es un honor que me digan que me parezco a ti, gracias por animarme, por estar conmigo en cada palabra que escribo con mi bolígrafo y por comunicar tan bien todo el amor que tienes dentro.
Abuelo Pepe, gracias por tus consejos que son inamovibles, por tus clases de historia por la paciencia, por haberme enseñado tanto y por demostrarme lo que es querer a alguien de verdad.
Ma, gracias por los "Duerme, raposa, no tengas miedo a ninguna cosa", por ser la causa principal de mi aventura, por quererme como nadie, por ser la piedra angular de la casa.
Pa, gracias por tus intentos de que vaya a andar contigo, por ser el mejor ejemplo de esfuerzo que conozco, por habernos sacado adelante y por escucharnos de vez en cuando.
Javier, gracias por los "fluye" y los "me suda la crica", los "bueno, ya veremos" y por animarme tanto como lo hiciste para que estuviera donde estoy ahora.
Fran, gracias ser la banda sonora de mi vida durante 16 años, por las broncas que son clases y por haber perdido la paciencia conmigo para que aprenda deprisa. Eres de los que más me ha enseñado en todo.
Enoxo, gracias por los "échame crema en la espalda, por favor", "Pavo, Pavo, Pavo FELISIDADEH" y porque ya lo sabes, tú eres la debilidad.
Ale, gracias por acompañarme desde siempre, por tus "Ey tío!" tus "Ey, reunión de hermanos!" (Con tu tono).
Especialmente, gracias Marta por haber sido la pequeña, la que nos hace disfrutar "más que una" y la que llena mi vida con sus "prohíbeme ir al baño". 
Gracias por ser los principales créditos de mi vida.
Conclusión, tengo una familia que no me la merezco. TODOS, desde la niña de Chuli hasta el abuelo Pepe. Todos habéis construido un molde perfecto para que yo eche la masa hecha por mí.
Y es que ahora he empezado a disfrutar América: encontrarse una bandera de USA cada 5 pasos, el olor a tacos, los 35  grados a la sombra, los intentos infructuosos de pronunciar mi nombre, el tener sueño a las 20:30... Sí, eran 10 meses, pero a finales de esta semana quedarán 9. Y os aseguro que si un embarazo pasa rápido, la vida en Sacramento lo hace aún más.


"Tienes la suerte de pertenecer a grupo de hermanos más formidables que puede existir".

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